Análisis

Los Intocables de Juacer… Por: Julio Juárez

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>> Y le quedó grande el apellido Colosio…

POQUISIMAS PERSONAS valoran en todo lo que cabe, el ser agradecidos con las personas que les tienden la mano o simplemente la muerden a quien les da de comer, ejemplos hay muchos; sin embargo, hoy, quiero platicarles de un tipo soberbio, engreído, ingrato, desleal y muy mamón que se cree el último vaso con agua en el desierto; me refiero a Luis Donaldo Colosio Riojas, heredero de uno de los apellidos con peso político que le ha permito comer con manteca de puerco y que por esa herencia (no por su talento y capacidad) le ha permitido estar ubicado en un buen lugar dentro de las preferencias electorales rumbo al proceso electoral del 2024.
SU PADRE, era un tipo humilde, brillante y con mucha calidad humana, a Luis Donaldo Colosio Murrieta, lo conocí, cuando este, era el presidente del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, bueno,  debo aclarar que no fui amigo de él, ni siquiera el mandamás priista me hacía en “su” mundo, de hecho, me di cuenta que era él, porque, en dos o tres ocasiones me había tocado verlo en la ciudad de Culiacán, cuando, el malogrado aspirante presidencial, era delegado de la CNOP en el estado donde andaba con una mano atrás y otra adelante, la clase política no lo pelaba y nadie daba un cinco por él, pocas, poquísimas personas le tendieron la mano.
MI ENCUENTRO CON en la ciudad de México con el presidente del priismo nacional, fue fortuito, accidental, circunstancial e inesperado (me faltaron sinónimos ¡Uf!), sin embargo, si mal no recuerdo, había un lugar por allá en la Ribera de San Cosme, en la colonia San Rafael, muy cerca de la sede nacional priista, que vendían unos tacos de costillita y bistec riquísimos que no llevaban nada de verdura, solo una salsa de poca madre, la carne muy blandita, era bañada con manteca de puerco, después refrigerada y de allí, puesta al comal, chingón, se llamaba la Cueva del León o El Califa del León (o algo así), de hecho, existe enmarcado en la pared, una plana del periódico Reforma o El Universal, donde se publica una fotografía de Colosio, degustándose unos tacos.
PUES BIEN, en una de las veces, que fui a esa taquería, se para una camioneta tipo Suburban de esas que usan los políticos, de un vehículo que venía atrás, se baja un tipo con todas la finta de “guachoma”, se acerca con el dependiente, lo saluda y le pide unos tacos de costillita, yo, como buen chismoso, no pierdo detalle de la conversación, después sigo con la vista al  tipo y cual sería mi sorpresa que a unos tres o cuatro metros de un servidor, se encontraba del lado del copiloto el mismísimo presidente del CEN priista, había bajado los vidrios y empezaba a comerse los tacos y fue identificado por algunas personas que se acercaron a saludarlo, obviamente no perdí la oportunidad de hacerlo haciendo lo mismo, me saludo con amabilidad y cruce algunas palabras.
PLÁTICO ESTA anécdota, porque, Luis Donaldo Colosio Riojas, el hijo y actual presidente municipal de Monterrey, resultó una mala copia pirata de su señor padre, su soberbia y suficiencia, le gana.
EL HOY ALCALDE de Monterrey, aclaró en una entrevista que le hizo el periodista Carlos Loret de Mola, en su programa de LatinUS, que, él no está interesado en buscar la candidatura presidencial y que se descartaba por adelantado, y yo quisiera preguntarle ¿Quién se la ofreció?, es obvio, que su apellido y nombre, naturalmente lo posicionan dentro de un lugar dentro de las preferencias electorales, pero, de eso a fijarse en él, pues, no vale la pena.
RESULTA QUE, en Luis Donaldo Colosio Riojas, se asoma un día sí y otro también la cara de la ingratitud y créanme que, en política la ingratitud es sinónimo de traición, en él se asoma el desplante, el desaire y la soberbia, les comento un solo ejemplo, resulta que; Dante Delgado Ranaauro, el dirigente nacional del partido Movimiento Ciudadano, andaba como pavorreal por los triunfos obtenidos en Nuevo León y Monterrey, y para jactarse de ello, decidió convertir a la ciudad industrial neolonés, en la sede de la plenaria nacional de Movimiento Ciudadano, donde se darían cita los senadores y diputados federales. Todo bien, bueno, no tan bien ya que, el alcalde de Monterrey decidió mandar por un tubo la invitación al evento.
LUIS DONALDO COLOSIO RIOJAS, dijo que, se deslindaba de Movimiento Ciudadano “Movimiento Ciudadano, es la plataforma que nos ayudó a contender, pero, no me le debo a Movimiento Ciudadano” dijo el alcalde, y pintó su raya de ese partido “porque ya no era candidato”, obviamente, cada vez que puede, marca su distancia no solo del partido de MC y de Dante Delgado, sino del propio gobernador Samuel García, quien por cierto, tenía una agenda de trabajo en Texas y se dejó venir para estar presente al menos en la clausura del evento, junto a su esposa Mariana Rodríguez Cantú.
OBVIAMENTE, el alcalde, ni siquiera se digno en acercarse al evento, de hecho, dijo que tenía que asistir a una boda, haciéndose como el tío Lolo, Luis Donaldo, no cumple todavía el año como alcalde y su paso por ese importante municipio está pasando sin pena ni gloria, con él se repite el fantasma político de un gobierno que dice encabezar y donde no se ve ni se siente.
Y TODAVÍA MÁS, la mayoría de los funcionarios que están en su gobierno municipal, son importados de la Ciudad de México ¿Acaso no hay gente que tenga capacidad y talento en Nuevo León?, el alcalde del ya muy lejano Movimiento Ciudadano tiene poco de que presumir, solo lo salva su apellido, pero, la soberbia y lo mamón son malas consejeras. Aquí les dejo unas fotos, donde el alcalde esta bailando vallenato en el homenaje a Celso Piña.

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