Desde El War Room… Por: un Tal PELAFUSTÁN
– Las traiciones frustradas contra Madueña…
Como diría Don Javier Calderon S, el conocido analista ciudadano de que, las casualidades, son eso, meras casualidades y a veces el destino quiere que estés, en ese momento, en ese lugar y precisamente, en esa casualidad por más casual que sea (ni yo me entendí)
Hace un par de días, comentaba con un conocidísimo y distinguido universitario, al cual de vez en cuando paso a saludar y disfrutar de un buen café en medio de una buena conversación.
Sin embargo, cosas de la vida, no sé porque razón, saltó el tema del doctor Jesús Madueña Molina y su contundente triunfo por la reelección, entre otras cosas me dijo «me dió un gran gusto que quedará Madueña, se lo merece», yo le contesté que coincidía totalmente con él, pero lo que siguió me dejó helado.
Empezó a confesarme que tiene un gran amigo en la UAS muy amigo del doctor Jesús Madueña, al parecer desde la facultad de Medicina, el cual, en los tiempos en que el doctor vivía momentos estresantes e incómodos sufriendo el hostigamiento de una campaña perversa, mezquina y mediática tratando de dañar su imagen, su amigo, buscaba como jubilarse.
Acudió con un alto funcionario de la ¡Administración de Jesús Madueña!, iba con el tema de la jubilación, obvio, lo conocían y dejaron en claro que lo iban a ayudar, sabían que era o es muy amigo del Rector, pero además, goza de cierta influencia uaseña.
Lo que pasó después, me erizó la piel, el amigo del doctor Madueña, cometió la imprudencia de preguntar por la situación jurídica del Rector titular y a bote pronto le dijeron que no tendría problemas, que saldría sin broncas jurídicas, que todo se iba resolver favorablemente.
La persona que escuchaba, se alegró y le dijo que, en cuanto el Rector, se incorporará a su despacho, iría a saludarle, sin embargo, el ‘funcionario’ lo atajó con una respuesta jamás esperada «va a salir de broncas, pero, él ya no regresa a la rectoría, porque, estaba imposibilitado para ocupar de nuevos titularidad», agregando que «nosotros vamos a poner al rector interino y además ganaremos la próxima rectoría, te conviene unirte a nosotros».
El amigo del Rector no contestó, simple y sencillamente no hizo comentario alguno, se levantó, dió las gracias por las atenciones recibidas y se fue.
Eso sucedió cuando Madueña, sufría el embate infame y perverso, pero todo tiene un momento y ese momento llegó, hace poco tiempo, se lo contó a su amigo y él me lo hizo saber, qué cosas ¿Verdad?
Entonces no me equivoco, Madueña, está creando su propio liderazgo, tan así, que le alcanzará para dejar en la próxima rectoría a una mujer que dé continuidad a su legado.