*Desde El War Room… Por un Tal PELAFUSTÁN
>> EEUU acusa a tres instituciones bancarias de México de presunto lavado de dinero ¿Habrá cafecito, dona y video?
Leía con mucha atención la dureza con que se había expresado EEUU sobre tres instituciones bancarias de México, donde las acusan de haberse prestado para el lavado de dinero, donde se hicieron presuntamente movimientos o transferencia para el blanqueamiento de efectivo en beneficio de algunos de los cárteles.
El señalamiento del Tesoro estadounidense, implica una muy grave acusación, acusación quieráse o no, afecta y cimbra al gobierno morenista.
En ésta se raspa a un altísimo exfuncionario del gobierno anterior muy cercano al expresidente Andrés Manuel López Obrador.
Obviamente, no hay prueba de ello, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, atinadamente y puntualmente señaló, que de comprobarse algún ilícito hará cumplir la ley, sin embargo, también dice que se deben presentar pruebas contundentes, en pocas palabras y en buen español, es solo un mitote.
Les cuento, cuando era veinteañero, conocí a un tipo chaparrito muy simpático, no recuerdo su nombre, solo recuerdo que nos hacía reír con sus ocurrencias, un día, tuvimos una «conbebencia» y allí nos dijo que vivió en EEUU durante más de cinco años, que se había ido de mojado, pero no pudo encontrar trabajo y no le quedó de otra que dedicarse a vender cosas ilícitas de todo (decía) pero de a poquito (para que nadie se diera cuenta), afirmaba que se echaba al bolsillo varios cientos de dólares por semana, un día, recibe una llamada y le piden algo de mercancía, la cita fue en una gasolinera de Los Ángeles, llegó y contacto a dos personas, le pagaron y él entregó el pedido, al momento que entregaba y recibia, le pusieron las esposas; le dijeron que estaba detenido.
Se le vino el mundo encima, comentó que lo habían llevado a la oficina del sheriff y allí, muy amables le ofrecieron un café y una dona, que aceptó.
Al ver la sencillez con que lo trataban, entró en confianza lo que aprovechó y se hizo la víctima, lloró, lloró y lloró, jurando por el Osito Bimbo, que, era su primera vez, que quería una oportunidad, que lo dejarán ir, que jamás lo volvería hacer, que lo iba a regañar su abuelita.
Uno de los policías sonrió y le puso un vídeo donde aparecía vendiendo droga en diferentes lugares de Los Ángeles, una cafetería, una gasolinera, una farmacia, un Centro comercial, un cine, etcétera, es decir, suficientes evidencias como para encerrarlo por varios años, es más, decía que había lugares que no reconocía y que ni se acordaba.
Es decir, la policía para actuar, tenía que tener suficientes elementos y así fue, le dieron a escoger; presentarlo ante un juez o deportarlo de inmediato con la advertencia de no saber de él por al menos 10 años, propuesta que no pensó dos veces y se vino, ipso facto a su tierra.
Sin embargo, según algunos medios de comunicación, la investigación de EEUU comenzó desde hace varios años, por allá en el 2010, es decir, hace quince años, obvio, los gringos no dan un paso sin huarache y tal como le sucedió a este paisano que arrestaron por vender cosas ilícitas deben tener varias evidencias como para sustentar tan grave acusación, ¿Tendrán dona, café y video incluido?