Análisis

«Si me permiten hablar»… Por: Agustín Torres Sotomayor

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>> Voces de la radiodifusión. Crónica de un locutor y periodista…
OSCAR VALDEZ, EL LOCUTOR DE RADIO RANCHERITA QUE FUE REY DE LA ALEGRIA DEL CARNAVAL DE MAZATLAN*
Primera parte
El locutor Oscar Guadalupe Valdez Castro conocido en Cubilete Guasave como «el sabio», empezó su carrera como locutor en la radiodifusora XECU «radio Rancherita» de Los Mochis, aunque realizó sus primeras prácticas de cabina en esa emisora, fue el inolvidable locutor Alfredo «el fello» Contreras en la radiodifusora XEGS de Guasave quien lo condujo como tutor y le enseñó los secretos de la radio. En «la Rancherita» del grupo OIR solo estuvo tres años porque emigró a la radiodifusión de Mazatlán donde logró liderar los primeros lugares de audiencia con el programa «Las locuras de Óscar» consiguiendo convertirse en el Rey de la Alegría del Carnaval de Mazatlán en el año de 1991. Sin duda, Oscar escribió parte de la historia de la radiodifusión en Sinaloa y este es un sencillo homenaje a tu trayectoria
*La infancia en El Cubilete, Guasave*
El locutor Oscar Guadalupe Valdez Castro vio la luz primera aquella madrugada del domingo 26 de julio de 1962 en Cubilete Guasave, fue hijo de don Florentino Valdez García y de la señora Evangelina Castro Reyes, originarios de la vieja hacienda del general revolucionario don Blas Valenzuela en donde estuviera trabajando el general Álvaro Obregón antes de la revolución. El casco de aquella hacienda con los años se convirtió en el el pueblo de El Cubilete, muy cercano a El Amole, Tamazula, Nombre feo, Las Culebras y muy «cerquita» del cielo.
Doña Evangelina y don Florentino tuvieron siete hijos: Oscar Guadalupe que fue el mayor, María Cecilia, Nidia Patricia, Florentino, Luz Alicia, Adalberto y Evangelina Valdez Castro.
Siendo El Cubilete un emporio agrícola desde los tiempos de la revolución, don Florentino padre de Oscar se dedicó en su juventud a las labores del campo como tractorista, regador y hasta se ponía de “espantapájaros” para asustar con cuetes a los “chanates”, pichones, pichihuilas y aves de la región que amenazaban con acabar el cultivo del maíz, el trigo y el milomaíz llamado en la actualidad como sorgo.
La familia Valdez Castro compuesta por siete hijos obligó a don Florentino a aprender el oficio de albañil y terminó dedicándose a esa actividad el resto de su vida mientras que doña Evangelina Castro hizo estudios para convertirse en maestra pero el amor tocó a su puerta y solo le faltó un año para recibirse de educadora, se convirtió en madre de familia.
En sus tiempos libres, Evangelina sentaba a Oscar y se ponía a enseñarle las lecciones de los libros de texto desde que estaba en primero de primaria, el pequeño era una “esponja” que se grababa de memoria aquellas enseñanzas de tal manera que cuando llegaba a la escuela ya llevaba muchísima ventaja sobre sus compañeras y compañeros.
*El amor por la radiodifusión*
En 1967 apenas había cumplido cinco años de edad cuando doña Evangelina logró comprar en abonos un aparato de radio que vino a cambiar la dinámica de aquella casa, la madre del locutor Oscar Valdez sintonizaba a todo volumen la radiodifusora XEORO radio de Guasave en “La hora de bandas” con el celebre locutor nacido en San Blas José “chitole” Torres Ruiz, luego le ordenaba a su hijo que cambiara el aparato a la radiodifusora XEGS en el famoso programa del locutor don Luis Aguilar Becerra, después buscaba en el cuadrante hasta encontrar la radiodifusora XEJL de Guamúchil en el programa del locutor Arnoldo Valenzuela, después se cambiaba a la radiodifusora XECU “radio rancherita” y luego a la radiodifusora XETNT “radio 65”.
¡ Que gustarle la música de banda a doña Evangelina, madre del locutor Oscar Valdez Castro ¡
*Epigmenio Peña, el tío que fue un imaginario cronista deportivo*
Doña Evangelina Castro no fue la única que le inculco a su hijo Oscar Guadalupe el amor por la radiodifusión, su tío por parte de su abuela materna, don Epigmenio Peña fue decisivo para que eligiera ser locutor pues le gustaba mucho la radiodifusión, don Epigmenio en su imaginación veía un juego de beisbol y luego lo narraba como cualquier cronista deportivo de la Liga Mexicana del Pacifico ante el asombro de aquel niño, el tío Epigmenio no conocía las cabinas de radio y jamás había tenido un micrófono en la mano, era un autodidacta y divertía a la gente de El Cubilete que lo escuchaba. Narraba con tanta emoción aquellos encuentros entrada por entrada, le daba el veinte y las malas a los cronistas deportivos de la época; don Agustín de Valdez, Pancho Pérez Alvarado, Oscar «el rápido» Esquivel, «fray nano», Octavio Ibarra Cota, Héctor Islas y a Eduardo Valdez Vizcarra, la única diferencia es que el tío Epigmenio trasmitía sin comerciales.
Tiempo despues Oscar tuvo como compañero de cabina al cronista deportivo Eduardo Valdez Vizcarra en una radiodifusora de Mazatlán, donde cubrió uno de los segmentos del popular programa “Las locuras de Oscar”, convivió con el famoso personaje del beisbol que escuchó durante su niñez y después se lo encontró como cronista deportivo del equipo de beisbol “Padres” de San Diego en Estados Unidos donde actualmente radica.
*Reprobado por faltista*
El año de 1971 don Florentino se llevó a la familia una temporada a trabajar en el cultivo del chícharo y el melón a estación Bamoa, Oscar estaba estudiando el tercer año de primaria y por faltar a la escuela reprobó ese año, después en 1973 a don Florentino Valdez lo mando llamar don Francisco Echavarría, agro titán de la agricultura en Guasave y Sinaloa de Leyva quien fuera fundador de estación Naranjo, Oscar estudiaba el quinto año el cual reprobó también por su ausencia del salón de clases. Aun así pidió hacer los exámenes tanto en tercero como en quinto año y aunque logro aprobar ambos, los maestros le negaron pasar al siguiente ciclo escolar argumentando que solo por las faltas no podría pasar de año porque sería faltar al reglamento escolar.
*Oscar Valdez «el sabio»*
Al cumplir los seis años Oscar fue inscrito en la escuela primaria “Julio Antonio Mella” de Cubilete, Guasave, la misma escuela donde habían estudiado sus padres, ese año de1962 las niñas y niños iban a tomar clases en la mañana y justo a la hora del recreo se iban a comer y después regresaban de nuevo a la escuela. Oscar era un niño muy inquieto, leía todas las revistas que caían en sus manos al igual que los libros de texto, para cuando los profesores iban a tratar algún tema, Oscar lo había leído y hasta lo había memorizado, la actitud del chiquillo molestaba a los maestros y sus compañeritos porque creían que era arrogante pero no, solo fue más dedicado que los demás,por ese motivo lo bautizaron como “el sabio”, en referencia a aquella revista que se llamaba “Los Supersabios» y porque era el «sabelotodo».
De esa época en la escuela “Julio Antonio Mella”, el locutor Oscar Valdez recuerda a algunos de sus maestras y maestros: la profesora Vita, el profesor Manuel Antana, Anabella, el profesor Napoleón Guerrero Arce, todos ellos originarios de El Cubilete.
Sus compañeros de juego en la escuela fueron; su primo Fernando Valdez, Martin Lugo, Antonio Ortiz, Martin Bojórquez, Martin Fong, Roberto Castro Valenzuela, Humberto Vega quien lamentablemente murió de un fulminante ataque al corazón mientras jugaba futbol en el campo de la escuela, fue un suceso que marcaría su infancia, de ese lamentable incidente aprendió sobre la fragilidad del ser humano, aprendió que estamos de paso en esta vida y la muerte por igual recoge a niñas, niños y a personas adultas.
Entre las niñas que fueron sus compañeras Oscar mencionó a Lorena López Armenta, aquella niña pelirroja que era muy blanca y pecosa, en su edad adulta se dedicó a trabajar como secretaria de la escuela secundaria, también Solhangel y Sonia Ruiz.
Al inicio de cada ciclo escolar cuando le entregaban los libros de texto gratuito, Oscar Valdez llegaba a su casa, leía los libros y luego respondía los ejercicios de matemáticas y biología que tenían que cubrían todo el ciclo escolar pues los terminaba de leer y memorizar en un solo día, lo que le ameritaba una regañada por parte de los maestros que sabían que aquel niño tenía a la maestra en casa, hasta llegaron a llamarle la atención a doña Evangelina porque su hijo era el que tenía el mayor aprovechamiento escolar de todo el grupo.
Ya le hemos dicho, no le conteste las tareas a Oscar, a usted le faltó solo un año para titularse de maestra, compréndanos, su hijo ya repasó todo el ciclo escolar que estamos iniciando y no va a la par de sus compañeros, le pedimos que no lo ayude, insistía el profesor Napoleón Guerrero mientras que doña Evangelina solo se limitaba a responder que Oscar se sentaba a leer sus libros y no había poder humano que lo distrajera.
El locutor Oscar Guadalupe Valdez terminó la escuela primaria en 1976 a la edad de 14 años, había reprobado el tercero y el quinto año de primaria porque don Florentino su padre se llevaba a la familia completa a estación Bamoa a trabajar en la empresa “Industria Pando” que sembraba chícharo entre otras legumbres y las industrializaba para comercializarlas en todo el país, trabajó también para don Francisco Echavarria en la siembra del melón y tomate ahí mismo en Bamoa que era el emporio agroindustrial más importante del estado de Sinaloa. Cuando regresó a la escuela solicitó a los maestros que le hicieran los exámenes del ciclo escolar y en un par de ocasiones obtuvo calificaciones aprobatorias pero le impidieron continuar al siguiente grado porque tenía muchas faltas, argumentaron los maestros; te reprobamos por ausencia.
El quinto año se ausentaba de clases porque tenía que acompañar a su abuela María Cecilia Reyes Peña a la clínica del Seguro Social en Guasave, A pesar de haber repetido los dos grados, todos sus compañeros lo conocían como “el sabio”, apodo que lo acompañaría el resto de su vida profesional.
*Ejidatario de El Progreso, Guasave*
En 1970 cuando Oscar apenas estaba en tercer año de primaria, don Florentino Valdez se unió a la invasión de tierras en una franja de tierras cercana a El Progreso, ejido que había sido dotado en 1956 al igual que Corerepe, la invasión logró que se denominara ejido ampliación El Progreso donde el padre del famoso locutor logró la dotación de diez hectáreas como ejidatario, las noches calurosas en aquella choza construida con palos y ramas de álamo como techo fueron su habitación durante meses que también faltó a la escuela, el pequeño Oscar sufrió junto con su familia las vicisitudes de aquel movimiento social que dejó la familia un beneficio.
*En la escuela secundaria Federal Insurgentes ESFI*
A los catorce años de edad, Agustín Torres Sotomayor y Ángel Juárez Cervantes fueron los primeros locutores jóvenes que escuché en el aparato de radio a través de la radiodifusora XEGS radio de Guasave. Ustedes fueron los que abrieron el camino a las nuevas generaciones que llegamos después, ustedes se impusieron entre los locutores pioneros como Luis Aguilar, “el mago” Obeso, Juan Contreras, Rodolfo del Campo, Ángel García y todos los demás, yo recuerdo que de esa época, el locutor más joven de la XEGS entre comillas era Medardo Lugo Favela, aquel locutor que llegó de Eldorado, y eso que Medardo ya estaba “poposagui”, y en honor a la verdad los que empezaron a romper los esquemas antiguos de la radiodifusión fueron ustedes, yo simplemente los seguía porque me identificaba como joven con ustedes, confesó Oscar Valdez desde la ciudad donde vive en Estados Unidos.
A esa edad de catorce años Oscar ingresó a la Escuela Secundaria Federal Insurgentes en el turno vespertino de la célebre ESFI de Guasave, el pantalón caqui desgastado y la camisa blanca a veces desfajada lograron que le llamara la atención el director de la institución el profesor Galdino Cayetano González, de esa época en el grupo “I” recuerda al profesor de música Víctor Ahumada a quien los maliciosos alumnos apodaban “el chimbombete”, el maestro nacido en El Amole tenía una paciencia supina con los alumnos, brotan los recuerdos con el profesor Lemus, el profe Valentín, el profesor Luis Ángel Contreras Chacón, la profesora Alicia a la que impusieron el sobrenombre de «la vaca suiza», la profesora Alba Luz Cazarrubias y la maestra Oralia de inglés entre otros.
Al salir de la ESFI Oscar Valdez se inscribió en la escuela preparatoria de la UAS, tenía 17 años pero truncó sus estudios porque intentó ingresar al Colegio del Aire en Zapopan, Jalisco y meses después a un programa federal de pilotos aviadores agrícolas de la Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos pero la devaluación de la moneda y la crisis económica en 1981 se lo impidió pero esa historia y su llegada a las radiodifusoras XECU «radio Rancherita» y a la XEGS de don Roque Chávez Castro de las relataré en la próxima entrega.
*En imagen*
En la primera fotografía aparece el locutor Oscar Guadalupe Valdez Castro con su padre el señor Florentino Valdez García.
En la segunda fotografía aparece Oscar Valdez con su señora madre la profesora Evangelina Castro Reyes.
En la tercera fotografía el locutor Oscar Guadalupe Valdez Castro de Cubilete, Guasave en la actualidad.
*Oído por casualidad*
Aquella mañana del viernes 18 de febrero del año de gracia de 1944 abundaban las fiestas de carnaval en el viejo Mochis. Don Pancho Pérez Alvarado, Presidente de la Sociedad Mutualista, su fiel escudero don Francisco Miguel Tesorero del organismo y don Salim Hallal estaban reunidos para organizar los bailes que habrían de celebrarse, justo ese día contraían matrimonio la señorita Ofelia Enriqueta y el joven Armando Balderrama Gómez, hijo de don Prosperó Balderrama y doña Anita Gómez. Era el acontecimiento social más importante del mes.
Ya el Ayuntamiento otorgó permisos para baile de carnaval al Centro Social Leonistico, a El Bohemio, al Casino Mochis, al hotel Montecarlo, al Columpio del Amor, hasta el billar La rata muerta y El apagón de don Eduardo Careaga van a hacer su baile, es mucha la competencia, se lamentaba don Francisco Miguel.
Pero el locutor y cronista deportivo don Pancho Pérez Alvarado, concesionario de la XECF, «La mexicana», la primera radiodifusora de Los Mochis fue tajante
Nada de lamentos, nada de que quejarse, el baile de la Sociedad Mutualista lo vamos a trasmitir por la radio, ya están listos los locutores José Luis Elizondo, Pancho Márquez y Jorge López Quintero, lo único que necesitamos es traer muchas muchachas, muchas, regalarles «su mascarita», porque si no hay muchachas no va a servir el baile.
Con la entrada libre y la «mascarita» regalada para las muchachas, con el Carnet musical del grupo «Tirso Robles y sus locos del swing» aquel baile de carnaval del sábado 25 de febrero de 1944 fue la locura, todo un éxito de entradas gracias a don Pancho Pérez Alvarado.

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