«Si me permiten hablar»… Por: Agustín Torres Sotomayor
>> Voces de la radiodifusión. Crónica de un locutor y periodista.
OCTAVIO IBARRA COTA, EL ASCENSO DEL INMORTAL DE LA CRONICA DEPORTIVA
Segunda parte:
En el año de 1949, Octavio Ibarra Cota estudió la secundaria en la «Academia Comercial Webster», la única institución educativa en Los Mochis que fue propiedad del profesor Oscar Moreno Rivas donde se impartían carreras de nivel medio superior entre ellas Contador Publico, Contador Privado y Secretaria Ejecutiva, la escuela estaba ubicada por la calle Aquiles Serdán casi esquina con la avenida Gabriel Leyva.
Octavio se recibió como Contador Privado el año de 1951 y fue gracias a la recomendación que le dio el profesor don Oscar Moreno Rivas por aquella boleta de calificaciones llena de dieces, que su primer trabajo fue como Gerente Administrativo de la empresa de esñectaculos «Circuito del Pacifico», donde administraba el «Cine Royal», que estaba ubicado por la calle Álvaro Obregón y el «Cine Rio Fuerte», que estaba ubicado en la esquina de la avenida Gabriel Leyva y la calle Independencia en el centro de la ciudad de Los Mochis.
*Octavio Ibarra y los empresarios griegos*
Los dueños de aquellos cines eran los hermanos Papanopus, unos griegos que llegaron al puerto de San Francisco, California y luego se establecieron unos años en Hermosillo, Sonora hasta que se vinieron a radicar a Los Mochis donde se encontraron con su paisano don Pedro «alopit» Saquelarez.
Los hermanos Papanopus también fueron los primeros en llevar cine ambulante a los pueblos de los municipios de Choix, El Fuerte, Navojoa, Obregon y Guasave a la que la gente llamaba «el cine de los hungaros».
Siendo Gerente de la empresa «Circuito del Pacifico»‘, Octavio conoció al empresario don Pancho Pérez Alvarado, dueño de la radiodifusora XECF «La voz del valle de El Fuerte», actualmente conocida como «Radio Mexicana».
Don Pancho fue el mecenas, fue el descubridor y quien impulsó a Octavio Ibarra Cota a llegar a las grandes alturas de la crónica deportiva.
Don Pancho quiso a Octavio Ibarra como si hubiera sido su propio hijo.
Don Pancho y doña They, su esposa, habian tenido solo dos hijos varones; Javier y Carlos «el chihuili» Pérez Robles, pero con Octavio completo la tercia de reyes.
*Ricos y pobres*
El «Cine Royal» estaba techado, tenía dos plantas, a una se le llamaba «galeria» o «gayola» y a la otra «luneta», era el cine de las familias acomodadas del Mochis viejo. El «Cine Rio Fuerte» era al aire libre, no tenía techumbre, era para el populacho, ahí fue donde iniciaron los programas de aficionados al canto pero también presentaban funciones de lucha libre y las caravanas de artistas.
*Con Ernesto Álvarez Nolasco*
En el año de 1951, el joven Gerente de los cines «Royal» y «Rio Fuerte», Octavio Ibarra Cota, recibió la invitación de don Ernesto Álvarez Nolasco para empezar a escribir en un periódico que editaba y que se imprimía en la oficina que estaba instalada por la calle Ángel Flores, frente al «Cine Royal» en la planta baja del que fue durante muchos años el «Centro Social Leonistico», un edificio que había mandado construir don Benjamin Francis Johnston, fundador de la ciudad de Los Mochis, en donde tenía las oficinas de su empresa la «United Sugar Company».
Ese mismo año de 1951, llegó a Los Mochis el inolvidable locutor Julio Manuel Zamarripa Sánchez, que era sobrino de don Francisco Pérez Sánchez, y primo de Pancho y Manuel Ceferino Pérez Alvarado «el pinini».
Octavio Ibarra Cota y Julio Manuel formarían un excelente equipo en la radiodifusora XECF «La voz del valle de El Fuerte», que estaba ubicada por la calle Álvaro Obregón, contra esquina de la plazuela «27 de Septiembre», la planta de locutores estaba formada por; Miguel Mario Salazar, Francisco Márquez, Julio Manuel Zamarripa, algunas veces entraba a cubrir turnos Héctor Arambula, Camilo Robles Valdez y Manuel Hernández.
*La Huelga del sindicato*
En el año de 1954, al Gerente de la empresa «Circuito del Pacifico», Octavio Ibarra Cota, le estalló la huelga de los trabajadores del «Cine Royal» y el «Cine Rio Fuerte».
Los griegos Papanopus estaban inconsolables.
Los afiliados al Sindicato de Trabajadores de la Industria Cinematográfica (STIC) habían realizado una huelga en todo el noroeste de México.
David «el chato» Espinoza era el delegado del STIC en Los Mochis, la membresia estaba formada por trabajadores del «Cine Royal», «Cine Rio Fuerte» y el «Cine Venecia».
El único cine que escapó a la huelga fue precisamente el «Cine Venecia» pues el dueño era don Manuel Garcia, concesionario de la «Agencia de cerveza Pacifico» de Los Mochis.
La huelga se levanto días despues.
Fueron trabajadores del «Cine Royal»; don Casiano Gálvez, que era originario del pueblo de Portugués de Gálvez, Guasave, Guillermina Hernández, David Espinoza «el chato», las hermanas Granados y la señorita «Calita»
Fue ese año de 1954 cuando don Manuel Ceferino Pérez Alvarado «el pinini», conoció a Manuel Bojorquez en el «Cine Río Fuerte», era el «guardacasa» además de hacer el aseo, despues se convertiria en uno de los locutores estrella de la radiodifusora XEHS, fue una de las grandes voces de la radiodifusora XEHS «radio Ambiente», junto con Julio Manuel Zamarripa Sánchez y Octavio Ibarra Cota.
*Octavio y Yolanda Hays*
Al finalizar la huelga de trabajadores cinematograficos y al reanudarse la proyección de películas en el «Cine Royal» y el «Cine Rio Fuerte», se estrenó una película del director Elia Kazan, cuyo titulo «La ley del silencio» estelarizada por el primer actor Marlon Brando, fue lo que llamo la atención de los jóvenes de esa época.
Ese año de 1954, Octavio Ibarra Cota ya era uno de los locutores estrellas de la radiodifusora XEHS de don Manuel Francisco Pérez Alvarado «el pinini».
Octavio conoció ahí en el «Cine Royal» a una bellísima jovencita que lo deslumbró, su nombre; Yolanda Hays Cruz, por coincidencia era hermana del locutor Alfredo «el guero» Hays, quien ya era compañero locutor de Ibarra Cota en la radiodifusora XEHS.
Con las palomitas y la soda de por medio, Octavio inició una relación de amistad con Yolanda quien estudiaba para secretaria ejecutiva en el Instituto Superior de Comercio «Santuario de Guadalupe», una institución educativa solo para mujeres, actualmente es el colegio «Sor Juana Ines de la Cruz».
Octavio hizo lo que su padre don Teodulo Ibarra Lugo, jamás dejó a la joven Yolanda Hays, la pareja inicio una relación de noviazgo.
*Examen de locutor aprobado*
El primer cronista deportivo de Los Mochis fue don Pancho Perez Alvarado en el año de 1945 con la vieja Liga de la Costa del Pacifico.
Don Pancho metió al joven gerente de la radiodifusora XECF Octavio Ibarra Cota para que se iniciara como locutor, porque don Pancho estaba más interesado en la política, por esa circunstancia, tambien enseñó a Octavio a narrar los juegos de beisbol. Lo preparaba para la sucesión.
De la mano de don Pancho Pérez, el joven locutor mitad «tehuequeño» y mitad mochitense se hizo cronista de beisbol.
En el año de 1952 en un viaje familiar de vacaciones a la ciudad de México, don Pancho Pérez invitó a Octavio Ibarra para que los acompañara y lo ayudara a conducir el automóvil.
Iban tambien doña «Tey» Robles y sus hijos Javier y Carlos ‘el chihuili’ que eran unos niños.
Vente, vamos «Tavo», para que presentes el examen de locutor en México, le dijo don Pancho.
Octavio Ibarra Cota llegó al edificio de la Secretaria de Comunicaciones y Obras Publicas (SCOP) cuyo titular era el Ing. Carlos Lazo, famoso porque había diseñado la Ciudad Universitaria de la UNAM.
Era Presidente de la República el priista don Alfonso Ruiz Cortinez.
Octavio aprobó exitosamente el examen, fue orgullosamente el primer locutor autorizado de Los Mochis.
Ya ‘encarrerado’, tiempo después presentó el examen como Cronista Deportivo que también aprobó.
*Octavio y Yolanda contraen matrimonio; El Debate*
Octavio Ibarra Cota y la jovencita Yolanda Hays Cruz contrajeron matrimonio el domingo 27 de septiembre de 1959 en el Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe.
De esa unión nacieron cuatro hijos.
El sábado 25 de junio de 1960 el hogar de los Ibarra Hays se iluminó con la llegada del primogénito Octavio Ibarra Hays.
El viernes 10 de noviembre la cigüeña les trajo otro varón; Jorge Alfredo Ibarra Hays.
El lunes 23 de marzo de 1964 nació Mayra Yolanda Ibarra Hays, quien actualmente radica en la ciudad de Guadalajara, y el «socoyote»‘, el ultimo de los hijos de Octavio Ibarra Cota fue Carlos Eduardo quien nació el jueves 16 de enero de 1969.
Octavio Ibarra Cota junto con don Hector Arambula, Alfredo «el guero» Hays, Gregorio Becerra y Armando Tirado, fue uno de los cinco locutores fundadores del Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Radiodifusión, Televisión y Telecomunicaciones sección Los Mochis-El Fuerte (STIRTT), ejerció un fuerte liderazgo sindical en sus dos periodos, fue uno de los pilares del periódico ‘El Debate’ de Los Mochis donde dirigió la sección deportiva durante muchos años hasta que tuvo que retirarse tambien de la radiodifusión, obligado por la progresiva enfermedad que le quito la vida.
*En imagen*
En la primera fotografía tomada el domingo 27 de septiembre de 1959 aparece Octavio Ibarra Cota firmando el acta de matrimonio civil.
En la segunda fotografía aparecen don Pancho Pérez Alvarado y Octavio Ibarra Cota.
La tercera fotografía Octavio Ibarra Cota como Secretario General del STIRTT.
*Oído por casualidad*
Para celebrar los primeros 50 años de la radiodifusora XECF «La Mexicana», hice una serie de entrevistas a don Pancho Pérez Alvarado (+), el lunes 07 y martes 08 de mayo del año de 1990. Honrosamente fui el ultimo periodista que lo entrevistó hoy hace 34 años.
La entrevista la publiqué en diversos medios de comunicación entre ellos, la revista «Tribuna»del periodista Melchor Angulo, el nacido en La Brecha, Guasave.
Don Pancho Pérez tenía un humor a «flor de piel» y para su edad, una memoria de la que no escapaban los mínimos detalles.
*La leyenda urbana*
En el año de 1952, durante la trasmisión de un encuentro de beisbol entre los equipos ‘»Naranjeros» de Hermosillo y «Cañeros» de Los Mochis, el cronista estaba tan emocionado al narrar un batazo que se voló las dos bardas del estadio de beisbol de Los Mochis que llevó el nombre del fuertense Emilio Ibarra Almada
En su crónica, Pancho Perez Alvarado gritaba desaforadamente emocionado
«La pelota se va, se va, se va y se fue a la verg…..»
Cuando Octavio Ibarra Cota reparó en aquella expresión arrancada en un momento de jubilo, le quitó el micrófono a don Pancho y continuó con la narración del encuentro deportivo
«Oigan esto, el estadio Emilio Ibarra esta convertido en un manicomio»
Cuando le señalé esta anécdota, don Pancho agachó la cabeza y se sonrió picaramente muy para sus adentros, afianzó la mano en su bastón y luego soltó la risa.
«Muchacho, me hiciste que aflojara el cuerpo» me dijo riéndose.
Después afirmo que el no había dicho esa expresión
«En todas las plazas se contó esa anécdota, se la «achacaron» a Kid Alto, al «rapido» Esquivel, me la «achacaron» a mi, pero tal vez fue un invento del ingenio de la afición, afirmó mientras no paraba de reírse.
Que en paz descansen los cronistas deportivos don Francisco «Pancho» Pérez Alvarado y Octavio Ibarra Cota.